Thursday, June 30, 2005

Zen en el arte de bloggear

Ray Bradbury dice que para escribir hay que tener "garra". No, eso no lo dice Ray Bradbury, lo dice una mala traducción de Zen in the art of writing. Habría que admitir que es un título un poco estúpido, si no es porque el artículo homónimo de alguna manera lo justifica. Dice lo que todos ya sabemos aquí en el fantástico-mundo-blog, que para escribir sólo hay que ponerse a escribir y a la chingada.
Las tentaciones. Quisiera pensar que son tres, pero eso es sólo por mis deseos de hacer un paralelismo con el evangelio (documento histórico que aprecio mucho, por probar que las proezas más grandes siempre son realizadas por judíos).
En primer lugar, crear una obra, ya sea en plan tipo "conozco la obra de neruda" o en plan "no logro llegar al fondo de esta obra". Quiero decir, tanto como totalidad como en el aspecto individual. En el manifiesto de Lars von Tier, Dogme 95, uno de los puntos dice "Reununcio a ser un artista y a crear una obra, deseo sacar el instante de los personajes y las situaciones". No son palabras exactas, pero creo que estoy captando lo esencial. El punto es que ese tipo de actitud -ser un artista- echa a perder todo. Balas sobre Broadway de Woody Allen es casi un tratado de lo que debería ser un artista. El dramaturgo se rompe la cabeza creando una obra mientras que el gatillero simplemente sabe qué es lo correcto, qué personajes debe haber. No quiere que su drama logre nada ni quede de determinado modo, sólo quiere que quede bien, sólo tiene un sentido de lo que es correcto, no en general sino en situaciones concretas. Ser "romántico" tiene sus pretensiones, por supuesto que sí, para empezar la de alcanzar una especie de verdad individual. Ser clásico, desde esta perspectiva, aparece como la cura, la literatura la hacemos entre todos, nadie es único y especial, todos los temas en el arte se repiten, las 33 (o lo que sea, quizá me estoy confundiendo con el número de sabores de Baskin Robbins) situaciones dramáticas, etc, etc, etc. Sin embargo el clasicismo también jode todo. ¿Para qué extenderme? Primera lección: todo jode todo.
Segunda tentación, la dialéctica de los tres binomios. El primer binomio, querer que le guste a los lectores no querer que le guste a los lectores, o más bien no preocuparse. Segundo binomio, que sea importante lo anterior o que no sea importante. Es decir, entrar en la dicotomía de si la literatura es una tarea personal o no, o hasta que punto. La pretensión de "escribo para mí", la poca ambición del "escribo para entretener". Tercer binomio, tomar postura o no tomar postura. Por lo tanto no hay que dejar de tomar postura, pues esto sería caer en el tercer binomio. Simplemente mandar todo esto al carajo.
Segunda lección: hay que mandar todo al carajo.
Tercera tentación dejarse guiar por las palabras. Tercera tentación prima, no dejarse guiar por las palabras, meter a un yo-personal-responsable que tome cartas en el asunto y sea el sujeto del predicado "escribir". Preguntarse por un por-qué, responder porque-sí, el elenco de mamadas es infinito y no creo cubrirlo en un párrafo (aunque en teoría un párrafo puede extenderse tanto como uno quiera.
Tercera lección: todo son mamadas.

¿Qué significa escribir con "garra"? Ray Bradbury lo hacía, a veces, es todo lo que sabemos. No podemos ver lo que hay detrás de una mala traducción, tenemos acceso tan sólo a una expresión hispanizante y anticuada, francamente ñoña. Escribir no es el camino del guerrero, escribir no es encontrar la iluminación, escribir no es expresarse ni comunicarse con los demás, escribir no es redimirse, escribir no es reconfigurar, narrar, denunciar, crear, autoconocerse, retratar, proponer, contar, descubrir, dejar testimonio, compensar un día malo frente al cuaderno-máquina-monitor dejando que el dolor se convierta en algo redituable, generar una base de doscientas hojas de textos para meterlas a los concursos y pensar que quizá así uno no tenga que trabajar en una estúpida oficina, exprimir lo último que queda de lucidez antes de perderse por completo en el limbo, escribir para ver que pasa, para retar ese nihilismo tranquilo al que uno ha llegado y que es sencillamente rendirse aunque uno trate de pensar que es madurez para sentirse mejor, intentar romper la soledad haciendo perder a los demás su tiempo, llenar los estantes de las librerías con paja para que sea más difícil encontrar la aguja.

Agradezco a todos sus comentarios. Perdón por no contestar ahí mismo, no sé por qué no me gusta. Es decir, sus comentarios son perfectos, no importa cual sea la situación siempre logran dejar un comentario perfecto.

Esto no es ascesis, esto no es placer. Mis palabras son como un estruendo que te llena de adrenalina, pero luego te das cuenta de que es un globo, en una fiesta, que un niño pisó porque siempre tiene que hacerse el gracioso, ese niño era yo, lo sigo siendo. Gracias por leerme, perdón por escribir.

Wednesday, June 29, 2005

Scuzaţi-ma

A veces caemos en el error de pensar que nuestra evolución mental es paralela a la del cuerpo, sin embargo no es así. Si hacemos menos idioteces que cuando éramos adolescentes no es porque hayamos aprendido o madurado a partir de las experiencias, a partir de distintos cambios de opinión, de reflexionar o de conocer ideas y personas. Claro, esto tiene un cierto papel; pero lo principal son los cambios en el cerebro.
Resulta que los niños nacen con millones de conexiones cerebrales y en alguna etapa del desarrollo infantil se pierden bastantes. Luego se queda más o menos estable, en la adolescencia se vuelven a perder más conexiones de manera drástica.
También están las hormonas y todo eso, y el descubrimiento del mundo y la vida y todas esas esteticidades que uno cree que son interesantes.
Sin embargo hay razones para pensar que la creatividad se reduce de manera muy importante. Quizá no fue del todo errada la decisión de Rimbaud de dejar de escribir a los 18 años.
Oh, pero siempre quedan los paraísos artificiales, y quien alguna vez fue un verdadero poeta y quiera seguirlo siendo sabe que tiene que conformarse con ellos.
No es necesario recurrir a los psicotrópicos si el cliente no lo desea, la psicología ambiental se ha encargado de jugar con nuestras almas y vender los conocimientos adquiridos por un precio razonable. Estoy hablando de un aeropuerto.
Hace 10 o 15 años nuestros cines, farmacias y heladerías no habían cambiado mucho desde los años 50's. Eran grandes, de color ocre, con los eternos empleados y quizá el dueño atendiendo, atestados de gente y con mal servicio. Hoy sólo acuden a estos comercios los tradicionalistas que crecieron con ellos o los jóvenes reaccionarios.
Ahora tenemos comercios pequeños, blancos y frescos, con espacios grandes y vacíos, pero atestados de colores en los extremos.
Paul Celan se equivocó, la poesía no murió, y el cielo lo tenemos a la vuelta, materializado bajo la forma de un Seven Eleven.

Saturday, June 25, 2005

La Morada

En alguna parte del Éxodo, Yahvé pide ue se le construya una morada con una serie de requisitos que denotan exquisitez, pero excesiva dureza con un pueblo que en aquellos momentos es fundamentalmente errante.
Sin embargo el puebblo de Israel por fortuna cuenta con arquitectos y artesanos capaces de edificar y decorar la morada al gusto del dios nacional.
A través del tiempo, conforme se ha ido deformando la religión judía hasta devinir en catolicismo nos hemos ido formando la idea de un dios completamente altruista.
Quizá el ser cristiano hasta cierto punto lo justifica. Pero el patrón no es lo mismo que el hijo del patrón. Pues bien, nos hemos formado la idea de un dios que sólo piensa en el bienestar de sus ínfimas creaciones, de un dios perfecto que no necesita nada y que no puede encontrar placer en nada, no necesita recibir nada (la idea de que rezar y agradecer a Dios fundamentalmente nos ennoblece).
El dios del antiguo testamento, con sus caprichos y rabietas resulta mucho más humano, lo suficiente para sentir empatía, sin embargo no tan humano como para generar el desprecio que sentía Cicerón por los dioses paganos.
En alguna ocasión escribí que los escolásticos fueron los primeros en matar a dios. ¿Comentaron algo sobre la morada? Y si no, ¿qué hubieran dicho?
Veamos, para empezar por qué pidió Yahvé madera de acacia. ¿Qué conclusiones teológicas se pueden sacar de eso? ¿La madera de acacia tiene algún significado? ¿Era fácil o difícil de coseguir y esto tiene que ver con el requerimiento? ¿Es simbólico de algún suceso pasado o profético?
¿O simplemente Yahvé, cansado de salvar a un montón de necios de su suerte, cree que se merece una casita y sencillamente le gusta la madera de acacia?
Quisiera pensar así. Si algún día llego a creer en un dios, espero que sea un dios así.

Friday, June 24, 2005

La validez ética del free

Hoy me despertaron para decirme que me llamaba un amigo y me pasaron el teléfono.
- Hola - dijo.
- Soñé que hacías un grupo artístico llamado F.I.L.E.T.E. Un colectivo o algo así.

Él me respondió que si algún día hacía una vanguardia consideraría seriamente el filetismo. Quedamos de vernos por la tarde y aquí estamos bloggeando en computadoras contiguas en un café internet de la condesa.
Dado que tomamos una jarra de cerveza entre los dos puedo decir sin miedo a equivocarme que estamos sobrios. Hace un momento me contó que tuvo recientemente un amorío de tres dias. ¿Tres días? Los amoríos duran un sólo día o ya un mes completo, algunos dirán que he vivido muy poco, pero me pareció francamente extraño el asunto de un amorío de tres días.
Durante ese tiempo mi amigo pasó por la sorpresa del enamoramiento, la alternativa de iniciar una relación de pareja con la mujer en cuestión, la esperanza de que funcionara. Al tercer día el hastío era mutuo, dicho en palabras de mi amigo, "fue el momento, supongo".
En ese momento por alguna razón recordamos a su hermano, quien tras algunos meses de casarse regresó a su casa harto de la vida matrimonial. Y pensar que hay parejas en grados ínfimos de formalidad que duran años y años. Imagino el caso hipotético de dos personas que se ven siempre y que se guardan fidelidad sin que esto sea parte de ningún acuerdo.
A pesar de las críticas de Horkheimer la lógica del contrato es ineludible desde un punto de vista práctico; sin embargo no cuesta nada postular un modelo ideal. (Alguna vez Bertrand Russell, inglés aburrido y pacifista, señaló que el matrimonio era una auto-imposición poco realista y que solo ocasionaba problemas).
Sabiendo que nunca nos vamos a tragar el lomo, podemos al menos escoger el trozo de nuestra preferencia y cortarlo, podemos ser filetistas.
Siendo sincero, estoy lejos de saber qué trozo quiero, pero lo que sé hasta ahora es que me gusta cruda.

Wednesday, June 22, 2005

La Alternativa

"He vivido como poeta y moriré como uno". Eso dijo alguna vez Bob Dylan, pero ¿qué significa vivir como poeta? Bueno, en principio es muy oscuro, pero si no buscamos aclarar el significado podemos decir con tranquilidad que todos sabemos a lo que se refiere, todos tenemos una idea más o menos vaga de lo que significa vivir como poeta. No me refiero a los efectos sensibles, a las consecuencias prácticas, que si bien se repiten bastante no se cumplen en todos los casos. Es un estado mental que en alguna medida todos hemos tenido, o quien no al menos habrá convivido con alguien que lo tiene y el engrane estético de su amigo azotado le habrá puesto a girar un poco el suyo.
Una vez fui a la ópera, me aburrí mucho, era La Bohème. No recuerdo si alguno de los protagonistas era poeta, pero no la estoy mencionando por eso. En algún momento de una escena en la calle los niños gritaban "¡Pardigno, el de las paletas!" y llegaba Don Pardiño con un carrito lleno de adornos de celofán y los niños se amontonaban. El suceso no tiene mayor trascendencia en esta tragedia donde Mimí muere de tuberculosis, en realidad no tanto por sus decisiones existenciales sino por la falta de antibióticos.
Sin embargo fue lo que más me impactó, en el carro ya estaba recordándole la escena a mi padre y a mi me hermana, y quizá en el momento les pasó desapercibida pero una vez que la hice notar les pareció muy gracioso.
No quiero decir que en ese momento fuera incapaz de tener una conciencia estética más o menos profunda, porque de hecho busqué sin éxito tener una experiencia estética en la ópera. En el intermedio fue cuando lo logré. Son poderosos los intermedios, el hecho de tomar lo que pasa en un escenario como real por unos momentos y después salir al mundo hace, en cierto modo, que estemos esperando el siguiente paso, como si se pudiera dar un paso más hacia atrás y lo que llamamos real resultara tan ficticio como lo que acabamos de ver.
Pero el intermedio de la Bohème no lo escribió Puccini, es en-cada-caso-mío (y paro de usar esta expresión antes de que me lleve la ch...). Así que tras haber pagado una cantidad obscena para ver una ópera en Bellas Artes con lo único que me quedo es con Pardiño.
Algunos llaman a eso majadería, y está presente en todo. Algunos pretenden reducirlo a personajes bajitos con cejas gruesas como Alf, y sin embargo la majadería se presenta en el mundo y en el arte de las más diversas formas. He desarrollado cada vez más esta capacidad de notarla y divulgarla, acostumbrando cada vez más mis ojos a ella. Para quienes ven otras cosas existe un nombre dependiendo del caso, como poeta, o iluminado, sin embargo para mí -como de costumbre- no hay nada; no puedo parafrasear a Bob Dylan.
Sé que esta actitud ante la vida puede ser un poco ácida, porque detrás de la diversión hay algo que no es divertido, y sin embargo lejos de hacer derramar lágrimas provoca más risa. Lo siento, así he decidido vivir. Lo dulce prefiero dejarlo para los intermedios.

Quédate donde hay canciones (proverbio gitano)

En mi imaginación los gitanos no tienen historia. Las mismas tradiciones, las mismas leyendas, la misma ropa; si acaso algunas adiciones poco significativas. Los gitanos como pueblo ahistórico, viviendo en la eternidad. Así quisiera que fuera, y sin embargo no conozco nada de los gitanos. Sólo puedo entregarme con todo mi corazón a la idea romántica de un pueblo viviendo en la eternidad, con pícaros legendarios en vez de héroes patrios oficiales, con viajes en vez de guerras y conquistas, sin territorio, sin espacio ni tiempo.
Hoy detuve el carro a mitad de la calle para comprar un disco, no sabía cual pero tenía idea que en ese puesto vendían jazz. Hacía algunas horas había comprado un disco de un trío de piano completamente desconocido tocando clásicos insoportables como "Unforgettable", y otros buenos como "Summertime" pero de manera insoportable. En verdad este disco justifica el prejuicio de que los tríos de piano son para bar de hotel. Así que mi lujuria de jazz no había quedado saciada.
En lugar de lo que buscaba encontré un disco de world music con canciones gitanas. Siempre que puedo hablo en contra de la world music. A pesar de considerarme cosmopolita, globalifílico -sí, también en lo económico- y antinacionalista, no puedo dejar de ver con horror la manera en que esa esponja crece y crece absorbiendo la música tradicional y vertiéndola llena de moho en las bocas insaciables de los consumidores sedientos de otredad.
En verdad es un poco estúpido proteger las tradiciones, si esa política hubiera triunfado hace mucho tiempo hoy no existirían las tradiciones que los tradicionalistas quieren proteger. Pero también es verdad que antes no existía La Esponja. Esta colección en particular la tengo en muy mal concepto, en alguna ocasión escuché el disco temático de música mexicana para darme una idea de qué tan malos serían los demás y me pareció una horrenda caricatura.
A pesar de todo este disco me encantó. Esa cosa que suena como clarinete y que es como una flauta de madera (momento, ¿no es eso un clarinete?), ese swing de guitarra que suena como Django y que ahora sincretizado con el jazz como subgénero en honor al Príncipe recibe el nombre de gypsy.
Siento la urgencia de encontrar un antepasado gitano. Alguna vez busqué en vano prolongar mi línea materna hasta llegar a una mujer judía. Lo más que he conseguido es ser irlandés en quinta o sexta generación. Me encanta el whiskey pero no sé pelear, supongo que los genes se han deteriorado con el tiempo. No me sorprendería ser gitano por mi modo rasposo de cantar, la baraja de tarot que guardo en un cajón o mi dote de agilidad para robar refrescos de la cafetería (y que para sorpresa de algunos cínicos, pago después).
Para Hobbes los pueblos así como los individuos en un principio, se encuentran en estado natural. Rousseau debería haber hecho una extrapolación similar de su buen salvaje con los gitanos.

Tuesday, June 21, 2005

I'm back to save the universe

La carne es débil.
Podría ser un lamento desgarrador proferido por el insatisfecho comensal de una parrillada, o el estribillo de un verdugo con pésimo sentido del humor cada vez que termina un descuartizamiento. Pero no.
Significa que estoy de regreso con un blog a pesar de haber lanzado agua bendita contra mi monitor invocando la fuerza de cuarenta tigres (shiuk, shiuk, shiuk....) para salvarme de la tentación de volver a escribir uno.
En esperanto "escribir" literatura se dice distinto (verki) que sencillamente escribir (scripti). Sabio Zamehnoff, acaso porque vomitar en 200 páginas una ambiciosa novela no merece la misma dignidad que una sencilla notita en la nevera. Pues bien, mi ne verkas, mi scriptas.
Una vez mi primo me contó que Thom Yorke escribió Airbag porque había tenido un accidente automovilístico con su novia y sólo él se había salvado porque su asiento tenía bolsa de aire. I'm amazed that I survived. An airbag saved my life. [...] I am born again . Sin embargo después averigüé que la historia es un embuste. Tengo un par de amigos para los que sería reconfiguración o una especie de verdad ontológica que emana de las narraciones ficticias. Sin embargo tan sólo era un embuste, como aquella vez en que ese primo me dijo que había un capítulo en que el coyote se comía al correcaminos.
Es lo mismo. Podemos pensar que las canciones que escuchábamos eran ciertas, pensar que lo que escribimos tiene algún sentido más allá de la fría facticidad o de la esteticidad frívola. Continuar escribiendo como si el coyote se fuera a comer al correcaminos sabiendo que no sucederá .
Esto no es nada. O más bien, esto es todo.
La angustia y el secreto -como una bola de pelos en la garganta-, la sed de cigarrillos, el hada que vuela frente a mi ventana (o pequeño-insecto-que-parece-hada-y-que-nadie-quiere-mirar-de-cerca-para-conservar-la-ilusión). Todo está aquí. Lo que no entiendan se aclara, lo que les moleste se quita. Cualquier otra pretensión es estúpida.
Para los que les guste, para los que les reviente, para quienes busquen palabras para mantener funcionando esa voz interior que les ha traído tantas desdichas. Estoy de regreso.