Odio a Memo Núñez, con su blog relatando interminables anécdotas literarias, relacionando su vida intrascendente con lo que pensaba Hemingway sobre las carreteras rurales y tomándose la molestia de escanear ilustraciones y portadas de revistas que forman su mundo de cultura, y también por censurar los comentarios de su blog.
Odio a Cavallazzi, que de la espontaneidad ha pasado a posts sin errores de estilo -aunque señala Núñez, con faltas ortográficas-, que postea decantadas reflexiones y tiene el cuidado de espaciarlas para que no pasen desapercibidas, poniéndonos como idiotas como espectadores de su apoteosis intelectual. Requiem por la majadería, ya nunca veremos en su blog niñas asiáticas atascándose de helado.
Odio a Charp, primero por pasar años sin postear, años en los que estuve revisando sólo por si acaso, también lo odio por trasladar el "encanto charpenel" al mundo blog, esa chispa de vida que lo convierte en el éxito de las fiestas y que ahora le garantiza decenas de comentarios por post.
Odio al Kiks, por su amplísima cultura, por su alemán impecable, por la exquisitez de la exquisitez en sus referencias a exposiciones y notas culturales, por escribir de manera que parezca que tiene familiaridad con todo lo que menciona.
Odio a Arrache, por inventar una palabra tan buena como "aporismo" y después dejarla sin explotar, por hacerse llamar de distintas maneras y por monopolizar el Blogsote, por pegarme la estúpida cancioncilla de tangananica de 31 minutos con el video que posteó.
Odio a Livi, por poner cosas amigables y dicharacheras, por su esmerado cuidado en contestar a cada persona que comenta, por pasar horas esculpiendo frutas y luego hacernos creer como si fuéramos estúpdios que las frutas ya tenían rostros.
Odio a Sofía Téllez, por escribir posts tan ingeniosos en su blog persona, por poner una foto falsa en su blog de reseñas de música en vez de poner una foto de los colaboradores
Odio a Diego, por buscar siempre el momento para hacer el comentario más incisivo pero sin-dejar-de-ser-amigable, por dejar de poner comentarios durante mucho tiempo, y lo odio porque fue un fiel lector de pregunta del día y me hace sentir mal por dejar de escribir ahí.
Odio a pregunta del día, por ser un blog aspiracional, por tener un diseño ingeniosillo y vulgar, por pretender ser un blog colectivo siendo que era mi blog personal, por firmar como "la redacción" preguntas que procedían únicamente de mis procesos mentales onanísticos, también odio pregunta del día porque extraño escribir ahí.
Odio a María Tinajero por hacerse promoción por medio del blog, por presumir su carrera de actriz y hacer apuntes de cine asiático, por mencionar cosas que me recuerdan a mis clases de estética y porque nunca recuerdo el nombre de su blog y tengo que entrar a la página de Memo.
Odio Héctor Zagal, porque nunca comparte sus conocimientos sobre Aristóteles, porque lee a Nick Hornby traducido, porque reseña vinos sin mencionar de qué variedad son, pero sobre todo por mezclar historias ficticias con cosas verdaderas y por meter siempre dudas respecto a la autenticidad del blog al grado de que nadie puede saber con seguridad si es auténtico.
Odio a Alex del Futuro, por tardarse años en sacar un blog personal, por dejar de escribir con frecuencia en su blog colectivo, porque seguramente considera que el mundo blog está muy por debajo de sus estándares actuales, por hablar todo el tiempo de política y por saber siempre todo.
Odio a Wikisof por llegar tan tarde al mundo de los blogs y quererse acaparar un nicho de la nada.
Odio a Mauro por no postear nunca y por poner ingeniosas imágenes cmabiantes que yo no sé poner, y por tener un diseño tan melancólico y escribir de cosas alegres, y por basar todo el concepto de su blog en una película tan conocida.
Odio a la pasa porque nunca postea.
Odio a Mizantropía por buscar la fama comentando noticias de actualidad, por perfeccionar su estilo periodístico y presumir sus estancias internacionales y reseñar películas que en México no se podían todavía ver.
Odio a Chena por ni siquiera postear una vez al mes, por ser tan auténtica y no tener ambiciones de fama bloggil, por no leer nuestros blogs (si estás leyendo esto es porque alguien te dijo que lo hicieras, quizá yo) y por comentar de vez en cuando para fingir que los lees.
Odio a Gina porque cuando pone posts tristes son demasiado tristes y cuando son felices son demasiado felices y a veces es imposible saber si son felices o tristes, y también porque pone posts que no son felices ni tristes que usualmente tratan sobre la música que está escuchando, que resulta ser feliz o triste.
Odio a Mariana Martínez por ocultar su primer apellido por parecerle menos común el segundo, por postear videos que cualquier persona decente ha visto ya en youtube, por hablar de su trabajo con ese aire de mujer joven exitosa.
Odio a Alejandro Sada por tener un conocimiento omniabarcante de compositores e intépretes de música no-popular, por tener el ambicioso proyecto de hacer una especie de revista blog con "contribuciones", por escribir con una naturalidad envidiable que -lo peor- muy posiblemente sea natural.
Odio a Pardo, por ser tan prolífico, por meter sus creaciones literarias por entregas haciéndonos sentir como las personas que se ahogaban lanzándose por la última entrega de no se qué novela decimonónica, por saber tanto de teología y por vindicar ex-presidentes que no conozco en su blog, por poner videos de mal gusto que más bien muestran su buen gusto en escoger el mal gusto (pues un auténtico mal gusto es azaroso).
Odio a Andres Oppenheimer, dos veces a Pardo y dos veces a Memo Núñez, por no poner el pelusa blog award que la comunidad les otorgó.
Odio a Cecilia por tomar fotografías todo el tiempo y por tener tantos admiradores que comentan tonterías en múltiples idiomas, y por tener tiempo para hacer miles de cosas durante el día y encima para poner miles de posts.
Odio a josé sánchez por ser tan rabioso y creerse tan listo y escribir con typos, y por hablar como si miles de personas leyeran su blog, y por haber puesto un contador, yp or utilizar un pseudónimo con una anécdota exotérica tan ingeniosa, y por sobreestimar sus capacidades dicharacheras en el mundo blog.
Odio a Julián Etienne, no recuerdo por qué.
Ódio a Escamilla por escribir siempre con un estado de ánimo alegre, y por mezclar datos cultos con bromas bobas, y por no contestar los cabuleos bloggiles y por ponerse de pechito para muchos de ellos.
Odio a Caballo Negro por reciclar los mismos dibujos una y otra vez, y por hacer que sus personajes ocupen un espacio desproporcionadamente grande, y por la cantidad gigantesca de visitas que tiene.
Odio a Sabrina porque su blog está dedicado a Zoé. Odio a Zoé.
Odio a Plaqueta al grado de qeu nunca la he leído ni quiero leerla, odio al Huevo, y a todos los bloggers famosos, odio a todos los que no mencioné porque van a tener presente que no los mencioné porque son tan egocentristas que no les cabe la posibilidad de que no los mencioné. Odio a blogger.com, y a blog.com, y a myspace, y al frenético tweeners o tweeters o lo que sea, y a hi5, y por supuesto a facebook, y a youtube. Odio el canto del cenzontle, pájaro de una sola voz.