Wednesday, November 28, 2007

Odio a Miguel Tormentas

Este fin de semana se presentó una cosa inusitada: una cadena de odio a "Miguel Tormentas" (que para quienes lo ignoran, no es mi verdadero nombre) que hasta hoy en la mañana todavía continuaba expandiéndose. 38 entradas, conté, intituladas "Odio a Miguel Tormentas." Sería estúpido decir que me he convertido en un "meme", poruqe en la terminología de Dawkins cualquier cosa que hagan al menos dos personas ya es un "meme", y por otra parte -si es que el neodarwinismo opera en internet- dudo que las cosas vayan a llegar mucho más lejos.
Para quienes sólo lean este blog de vez en cuando haré una breve explicación, la razón de esta oleada de odio contra mí la pueden encontrar hace unos días, cuando publiqué un post diciendo por qué odiaba a ciertos blogs. "Fuiste muy suave", me dijo Cavallazzi, y aún así propuso en los comentarios que todos escribieran posts de odio contra miguelito.
Alguna vez este humilde blog tuvo contador, 500 visitas diarias llegó a tener. Hace dos meses puse el contador por unos días y pude comprobar que el promedio apenas había bajado, los peores días el glorioso País del Octubre azul rondaba por las 300 visitas. Pues bien, de estos cobardes que apenas se atreven a comentar y que sólo vienen a rapiñar el conocimiento varios escribieron en contra mía. Blogs que jamás había leído y que no valen dos centavos me atacaron sin pensarlo y sin dejar siquiera un comment (encontré sus links en el blog de B.......).
Por supuesto que también algo de camaradería, Cavallazzi, Pardo y Psylocke apenas hicieron referencia a mi persona o a mi blog. ¿Cómo podría molestarme con ellos después de encontrar dos fotomontajes horribles denostándome? No tengo por qué fingir indiferencia o estoicismo desde las alturas, estos truhanes me hicieron rabiar, se salieron con la suya. En otros casos puedo decir, francamente, que la broma está en ellos, como una lista de faltas de ortografía y errores de estilo en mis últimos 10 posts (¿y por qué 10?).

No faltará quien diga que "me puse de pechito". Como sea, yo no me estoy burlando de nadie, yo nunca me estoy burlando de nadie. Creo que desde los 7 u 8 años nunca me burlo de nadie. Y si me hubieran contestado odio con odio yo estaría feliz. Este es el problema con el mundo, ¿me explico? Que la gente tiene que burlarse porque al mismo tiempo tiene que creer en cosas muy importantes y muy serias, la gente tiene que luchar, superarse, sentir, amar, la gente necesita temer, huir, elaborar metáforas, conmoverse, la gente necesita sentir la muerte en el pellejo... Pero el odio no tiene nada que ver con nada. El odio no es matar, ni siquiera desear mal, puesto que en el odio no hay deseo. En el odio no hay nada, y eso es lo que no pueden soportar, que yo no tenga nada (ni siquiera carencias).

No lloren por mí, yo ya estoy muerto.

Tuesday, November 27, 2007

Puercoespines 1, Zorros 0

Francis Galton descubrió la regresión estadística, inició la meteorología, inventó el sistema de clasificación de huellas digitales que todavía se usa, encontró la correlación entre la inteligencia y el tamaño cerebral, fue el primero en estudiar el comportamiento en gemelos separados, fue el primero en realizar estudios historiométricos, y fundó la psicometría.

A pesar de todo, lo primero que se dice en sus biografías es que era primo de Darwin.



*Guillermo me ha señalado que es una descortesía no explicar la referencia de los zorros y los puercoespines, quienes gusten pueden encontrarla aquí.

Monday, November 26, 2007

Una cita perdida

"Habitualmente, cuando desesperamos por no poder hacer todo lo que quisiéramos no es porque auténticamente tengamos una limitación. Es porque proyectamos nuestra vida como si fuera una línea de tiempo y pensamos que no podremos hacer ciertas cosas en determinado momento, o que simplemente la línea se terminará. Sin embargo, si vamos haciendo lo que queremos conforme lo vamos queriendo ya no hay línea finita, sino que es como si fuéramos sacando tesoros interminables de un saco. Este es el modo como Kierkegaard entendió la eternidad, y Wittgenstein también, en algún cuaderno perdido."

Saturday, November 24, 2007

Reseñas llenas de oraciones subordinadas

En alguno de los 6 libros de la Poética dice Aristóteles que no todo lo que queda bien en un canto épico puede adaptarse con éxito a una tragedia. Para apoyar esto, señala que algunas cosas que relatadas tienen un buen efecto en el público pero resultarían absurdas en una representación visual (da un ejemplo, me parece de la Odisea). Pues bien, la última adaptación de Beowulf (y la única que conozco) sufre constantemente de este fallo señalado por Aristóteles.
Si el género de aventuras -valga el anacronismo majadero- y en general la literatura gringa comienza con aquél cantar, y posteriormente se acomoda bajo la forma de al industria cultural cinematográfica, parecería que al momento en que se hiciera una película palomaera de Beowulf el ciclo se cerraría colapsando al universo.
Sobra decir que aquí no se colapsa nada. La estructura asimétrica de los sucesos narrados en inglés antiguo (o medio, ignoro el dato concreto, Charp me corregirá) por el anónimo autor de Beowulf resulta insulso metido en un formato de dos horas. Y es que los cantares alimentan nuestra imaginación mezclando las aventuras presentes con las pasadas y los males por venir, creando una sensación de eternidad, de infinitas leyendas, lugares y personas.
Curiosamente Tolkien -obsesionado con Beowulf- logró crear en el formato de novela moderna la empresa más ambiciosa para un literato: inventar un cantar. Y es que un cantar, aunque siempre tiene uno o varios a autores, no puede ser sino la expresión final de un mundo autocomprendiéndose. Si bien todas las obras literarias tienen un contexto, podríamos decir que las obras épicas son su contexto. Así, Tolkien crea un mundo, dibuja mapas, inventa lenguajes. Incluso lenguas muertas que no aparecen en sus páginas, pero de las cuales se derivan nombres de lugares. Curiosamente, no sólo Tolkien tiene éxito en su creación moderna, sino que Peter Jackson -omitiendo mucho, mucho material, como aconsejaría el mismo Aristóteles- tiene éxito en transmitir esa sensación de nobleza sempiterna.
Un segundo caso curioso es la reciente película de 300, que no es la primera ni la última narración de la batalla de las Termópilas. Quien quiera criticar su "eurocentrismo" (como mi respetable amigo Alex) debe recordar en primer lugar, que está basada en un comic, y en segundo lugar, que está representando un punto de vista y -como dicen algunso filósofos fancy que se autodenominan hermeneutas (como Charp, Chena y Memo)- poniéndonos en situación (haciendo "fusión de horizontes" pues, para que quede aún más claro). Pues bien, tan efectivas resultan ambas adaptaciones (la de Frank Miller y la adaptación de la adaptación, a cine) que mis alumnos se emocionaron con algo que seguramente para ellos era sólo un suceso perdido dentro de las páginas del libro SEP de quinto de primaria (Historia Universal).
¿Qué falla entonces con Beowulf? Por qué la historia que ha fascinado por siglos a estudiosos de la literatura inglesa (espero nuevamente la opinión de Charp) no logró emocionarme? Quizá la manzana podrida soy yo, porque saliendo del cine escuché a unos jóvenes decir "está muy buena, ¿la habrán sacado de un comic?".


Ahora hablaré del Orto del Perrero. No. El perro del hortelano, la obra que representaron María y su -temporalmente constituída- compañía de teatro, hace un par de meses. La primera revelación fue Lope de Vega. Realmente encontré interesante la pieza, incluso me gustaría leerla pronto -y yo realmente leo muy poco. Recordé mis clases con Abelardo ("loquillo", le decían algunos por su fleco que recordaba a la mascota animada de Universal), donde hablaba del barroco español y de Baltazar Gracián, y de la "discreción", que es como la prudencia griega pero más paranoíca (pues el barroco es un mundo de engaños, espejos, laberintos, un momento el barroco no es Borges). La segunda revelación de la noche fue María. Si bien todos los actores tuvieron una excelente calidad (y hubiera sido difícil saber que eran estudiantes de teatro y no profesionales tan sólo viendo la obra) la actuación de María (Diana, creo recordar que se llamaba el personaje) fue por mucho la mejor. En primer lugar la voz, con una dicción perfecta y proyectando desde el diafragma, el ritmo, la entonación y todas esas cosas que no conozco, del personaje de Diana fueron perfectos. Los movimientos de todos los personajes se veían cuidadosamente planeados, y realmente me recordaron cuál es la diferencia entre leer una obra de teatro y realmente verla puesta. La tercera revelación fue que descubrí cómo puede ser muchísimo más disfrutable ver teatro de cerca (por la parte histriónica), como se me perdieron mis acompañantes en el primer acto me senté yo solo en la segunda fila y en el segundo acto me reuní con ellos detrás. La cuarta revelación de la noche fue Karim, un amigo de Memo Núñez, que además de ser un gran tipo y trabajar en la CNDH, es -como yo- un gran admirador de la música de Mahler. La quinta revelación no fue tan buena, y es que las malteadas de un cierto lugar de hamburguesas -retro- de la Condesa no le hacían honor a su precio, y no tenían el espesor que uno esperaría de ellas.


Iba a hablar sobre Mario's Galaxy, pero en realidad no hay mucho que decir. Es cuestión de que a uno le gusten los videojuegos llamados de plataforma. Si esto es el caso, parece que Mario Galaxy es lo mejor que hemos visto desde Mario 64 (superando, parece ser, a Viva Piñata). Si a uno no le gustan los juegso de plataforma no hay mucho que hacer. Allá ustedes con sus shooters.

Thursday, November 22, 2007

Te odio

Odio a Memo Núñez, con su blog relatando interminables anécdotas literarias, relacionando su vida intrascendente con lo que pensaba Hemingway sobre las carreteras rurales y tomándose la molestia de escanear ilustraciones y portadas de revistas que forman su mundo de cultura, y también por censurar los comentarios de su blog.

Odio a Cavallazzi, que de la espontaneidad ha pasado a posts sin errores de estilo -aunque señala Núñez, con faltas ortográficas-, que postea decantadas reflexiones y tiene el cuidado de espaciarlas para que no pasen desapercibidas, poniéndonos como idiotas como espectadores de su apoteosis intelectual. Requiem por la majadería, ya nunca veremos en su blog niñas asiáticas atascándose de helado.

Odio a Charp, primero por pasar años sin postear, años en los que estuve revisando sólo por si acaso, también lo odio por trasladar el "encanto charpenel" al mundo blog, esa chispa de vida que lo convierte en el éxito de las fiestas y que ahora le garantiza decenas de comentarios por post.

Odio al Kiks, por su amplísima cultura, por su alemán impecable, por la exquisitez de la exquisitez en sus referencias a exposiciones y notas culturales, por escribir de manera que parezca que tiene familiaridad con todo lo que menciona.

Odio a Arrache, por inventar una palabra tan buena como "aporismo" y después dejarla sin explotar, por hacerse llamar de distintas maneras y por monopolizar el Blogsote, por pegarme la estúpida cancioncilla de tangananica de 31 minutos con el video que posteó.

Odio a Livi, por poner cosas amigables y dicharacheras, por su esmerado cuidado en contestar a cada persona que comenta, por pasar horas esculpiendo frutas y luego hacernos creer como si fuéramos estúpdios que las frutas ya tenían rostros.

Odio a Sofía Téllez, por escribir posts tan ingeniosos en su blog persona, por poner una foto falsa en su blog de reseñas de música en vez de poner una foto de los colaboradores

Odio a Diego, por buscar siempre el momento para hacer el comentario más incisivo pero sin-dejar-de-ser-amigable, por dejar de poner comentarios durante mucho tiempo, y lo odio porque fue un fiel lector de pregunta del día y me hace sentir mal por dejar de escribir ahí.

Odio a pregunta del día, por ser un blog aspiracional, por tener un diseño ingeniosillo y vulgar, por pretender ser un blog colectivo siendo que era mi blog personal, por firmar como "la redacción" preguntas que procedían únicamente de mis procesos mentales onanísticos, también odio pregunta del día porque extraño escribir ahí.

Odio a María Tinajero por hacerse promoción por medio del blog, por presumir su carrera de actriz y hacer apuntes de cine asiático, por mencionar cosas que me recuerdan a mis clases de estética y porque nunca recuerdo el nombre de su blog y tengo que entrar a la página de Memo.

Odio Héctor Zagal, porque nunca comparte sus conocimientos sobre Aristóteles, porque lee a Nick Hornby traducido, porque reseña vinos sin mencionar de qué variedad son, pero sobre todo por mezclar historias ficticias con cosas verdaderas y por meter siempre dudas respecto a la autenticidad del blog al grado de que nadie puede saber con seguridad si es auténtico.

Odio a Alex del Futuro, por tardarse años en sacar un blog personal, por dejar de escribir con frecuencia en su blog colectivo, porque seguramente considera que el mundo blog está muy por debajo de sus estándares actuales, por hablar todo el tiempo de política y por saber siempre todo.

Odio a Wikisof por llegar tan tarde al mundo de los blogs y quererse acaparar un nicho de la nada.

Odio a Mauro por no postear nunca y por poner ingeniosas imágenes cmabiantes que yo no sé poner, y por tener un diseño tan melancólico y escribir de cosas alegres, y por basar todo el concepto de su blog en una película tan conocida.

Odio a la pasa porque nunca postea.

Odio a Mizantropía por buscar la fama comentando noticias de actualidad, por perfeccionar su estilo periodístico y presumir sus estancias internacionales y reseñar películas que en México no se podían todavía ver.

Odio a Chena por ni siquiera postear una vez al mes, por ser tan auténtica y no tener ambiciones de fama bloggil, por no leer nuestros blogs (si estás leyendo esto es porque alguien te dijo que lo hicieras, quizá yo) y por comentar de vez en cuando para fingir que los lees.

Odio a Gina porque cuando pone posts tristes son demasiado tristes y cuando son felices son demasiado felices y a veces es imposible saber si son felices o tristes, y también porque pone posts que no son felices ni tristes que usualmente tratan sobre la música que está escuchando, que resulta ser feliz o triste.

Odio a Mariana Martínez por ocultar su primer apellido por parecerle menos común el segundo, por postear videos que cualquier persona decente ha visto ya en youtube, por hablar de su trabajo con ese aire de mujer joven exitosa.

Odio a Alejandro Sada por tener un conocimiento omniabarcante de compositores e intépretes de música no-popular, por tener el ambicioso proyecto de hacer una especie de revista blog con "contribuciones", por escribir con una naturalidad envidiable que -lo peor- muy posiblemente sea natural.

Odio a Pardo, por ser tan prolífico, por meter sus creaciones literarias por entregas haciéndonos sentir como las personas que se ahogaban lanzándose por la última entrega de no se qué novela decimonónica, por saber tanto de teología y por vindicar ex-presidentes que no conozco en su blog, por poner videos de mal gusto que más bien muestran su buen gusto en escoger el mal gusto (pues un auténtico mal gusto es azaroso).

Odio a Andres Oppenheimer, dos veces a Pardo y dos veces a Memo Núñez, por no poner el pelusa blog award que la comunidad les otorgó.

Odio a Cecilia por tomar fotografías todo el tiempo y por tener tantos admiradores que comentan tonterías en múltiples idiomas, y por tener tiempo para hacer miles de cosas durante el día y encima para poner miles de posts.

Odio a josé sánchez por ser tan rabioso y creerse tan listo y escribir con typos, y por hablar como si miles de personas leyeran su blog, y por haber puesto un contador, yp or utilizar un pseudónimo con una anécdota exotérica tan ingeniosa, y por sobreestimar sus capacidades dicharacheras en el mundo blog.

Odio a Julián Etienne, no recuerdo por qué.

Ódio a Escamilla por escribir siempre con un estado de ánimo alegre, y por mezclar datos cultos con bromas bobas, y por no contestar los cabuleos bloggiles y por ponerse de pechito para muchos de ellos.

Odio a Caballo Negro por reciclar los mismos dibujos una y otra vez, y por hacer que sus personajes ocupen un espacio desproporcionadamente grande, y por la cantidad gigantesca de visitas que tiene.

Odio a Sabrina porque su blog está dedicado a Zoé. Odio a Zoé.

Odio a Plaqueta al grado de qeu nunca la he leído ni quiero leerla, odio al Huevo, y a todos los bloggers famosos, odio a todos los que no mencioné porque van a tener presente que no los mencioné porque son tan egocentristas que no les cabe la posibilidad de que no los mencioné. Odio a blogger.com, y a blog.com, y a myspace, y al frenético tweeners o tweeters o lo que sea, y a hi5, y por supuesto a facebook, y a youtube. Odio el canto del cenzontle, pájaro de una sola voz.

Wednesday, November 21, 2007

Me siento muy, muy tranquilo

Y eso me perturba mucho, mucho.

Thursday, November 15, 2007

Manuscrito perdido de la Summa

Algunas vías que rechazó Tomás de Aquino tras considerarlas sesudamente:

a) Cuando alguien se despide dice casi siempre "Adios", evidente contracción de "a Dios", por lo tanto todo lo que se va se dirige a Dios, y este Dios tiene que existir pues si no no habría despedidas.

b) Se sabe que Robin siempre dice expresiones como "santos murciélagos". Sin embargo tiene que existir una santidad en virtud de la cual las expresiones de Robin tengan sentido, y esta santidad es lo que llamamos Dios.

c) Se dice que Nietzsche mata a Dios, lo cual significa que en algún momento existió. Y como faltan 600 años para que nazca Nietzsche, por lo tanto Dios existe.

d) Se dice que la religión es el opio del pueblo, sin embargo como se sabe en toda red de distribución de drogas al final la cadena llega a un capo, pues sería absurdo una sucesión infinita de dealers. Ese capo es lo que llamamos Dios.

Tuesday, November 13, 2007

Gatito en adopción


Hoy una amiga me dijo que tenía un gatito siamés en adopción. Le pedí una foto por si alguien lo quería. Cuando me la mandó le hice notar que el gatito era un poco feo, ella lo defendió y dijo que era porque la mamá se había muerto y nadie podía limpiar a los gatitos. Pocos minutos después mi amiga confesó "bueno, ese no es el gatito, es uno igual que se murió." Le dije que eso había sido un poco perverso.

Al principio me sentí engañado, pero después pensé que podía estar cayendo en lo que Hilary Putnam llama "teorías mágicas de la referencia". Es decir, pensar que de algún modo la imagen por sí misma apuntaba a algo fuera de ella, y que ese algo era el gatito muerto. En epistemología se le llama intencionalidad a la capacidad de algo de apuntar hacia otra cosa, comúnnmente a una representación (casi siempre mental) que dirige hacia un ser real. Putnam no niega que exista la intencionalidad, sin embargo no piensa que esté dada por una propiedad intrínseca a nuestros conceptos o imágenes, sino por el modo en como funciona en un contexto. Si una hormiga pasando por una mancha de pintura hiciera con su rastro por accidente el perfil de Winston Churchill no sería una representación del personaje histórico. La hormiga tendría que querer hacer un retrato de Winston Churchill -y posiblemente mostrárnoslos- para que tuviera sentido decir que el perfil representaba al primer ministro.
Frecuentemente tenemos teorías mágicas de la representación cuando se trata de fotografías, como si una foto capturara intrínsecamente un momento de manera objetiva. Sin embargo imaginemos que yo me tomo una foto el día de mi graduación con una cámara digital y la guardo en un CD. Supongamos que hubiera una computadora encargada de generar imágenes al azar combinando pixeles -imágenes de la misma resolución y tamaño que la mía- y quelas grabara en discos. Pensemos que sucediera el improbabilísimo caso -pero no imposible- de que generara una imagen pixel por pixel igual a la que yo tengo guardada en el CD, y que por accidente yo me confundiera y tomara ese CD recién salido de la máquina. Ahora yo abro la foto -exactamente igual- y les digo a mis amigos "Ése soy yo, el día de mi graduación". Parece que no habría problema en decir que soy yo.
Pensando en otra linea, aunque para algunos sea evidente no está de más decir que una fotografía tiene varios parámetros como el tiempo de apertura en el obturador y -en el caso de las cámaras digitales- la resolución. Dicho en términos cursis por un maestro de foto, "es pintar con luz".
Dicho esto, podríamos decir que continuando con el ejemplo de la computadora generadora de imágenes, que la imagen generada -con la que me confundí pensando que era la mía- podría no ser idéntica pixel por pixel y aún así seguiría siendo una representación mía. Sería absurdo por tanto decir que la imagen idéntica (la imagen 2) me representa sólo por virtud de ser igual a la imagen 1, que ya refiere de manera mágica al momento real; pues aún si no fuera idéntica -digamos si fuera más clara, o tuviera otros tonos- yo podría todavía inadvertidamente mostrarla como mi foto.

Pensando en el gato de mi amiga podríamos pensar del mismo modo. Pensemos en este otro experimento mental. Durante muchos días se le toman cientos o miles de fotografías a ambos gatos desde el mismo ángulo intentando colocarlos en la misma posición. Finalmente se pre-seleccionan pares de fotos parecidísimas, y luego se le muestran a grupos de personas para ver si encuentran las fotos iguales. Supongamos que uno de esos pares tiene resultados de 100% de éxito, es decir, que resultan indistinguibles para una persona. Si mi amiga se confunde y me enseña el gato 2 diciendo que es el gato 1, ¿tendría sentido decir que no me enseñó realmente al gato 1? Mi estado mental -puesto que son indistinguibles- sería idéntico en ambos casos.

Ahora olvidemos estos procesos fantasiosos para generar fotos idénticas, y pensemos sencillamente que ambos gatitos son indistinguibles. ¿Sería absurdo decir que una foto de uno de los dos representa también al otro? Y por tanto -aunque nos cueste trabajo decirlo, por nuestro bagaje natural de teorías mágicas de la referencia- una foto del gato 1 puede ser la foto del gato 2, dependiendo del contexto.

Si desean adoptarlo dejen un comentario. Arriba viene su foto.

Saturday, November 03, 2007

Roots, una década después



Normalmente, cuando una banda de rock se lanza por primera vez a grabar un disco conceptual los resultados oscilan entre la inocencia y lo trivial. Si el adagio es verdadero y entre lo sublime y lo ridículo hay sólo un paso, queda claro que en el rock frecuentemente se da ese paso de más, baste recordar las óperas rock de Alan Parsons en torno a Freud, y Edgar Allan Poe.
Esta verdad cobra más fuerza cuando se trata de metal. Pocos rudos pueden volverse técnicos, y poquísimos pueden hacerlo y seguir siendo rudos. En el caso de Sepultura, Roots no es cualquier disco conceptual, sino que se trata de un proyecto particularmente ambicioso.
El hilo conductor del album, como bien deja adivinar el título, es el regreso a las raíces. Sin embargo estas raíces cobran una pluralidad de significados a lo largo del disco. Las raíces indígenas de Brasil, donde a diferencia de otros países latinoamericanos, sus habitantes originales permanecen en la selva como contraste y recuerdo constante de un pasado que nunca dejó de ser. Tampoco pasa desapercibido que la raíz sea –en última instancia- un término de origen vegetal; pues es esa selva del amazonas la que dio vida y sigue nutriendo a ese modo de vida primigenio; la naturaleza poderosa y siniestra como principio y final de la vida. Y por último, para que se vea que Roots está lejos de propagar un nacionalismo chabacano, podría decirse que Sepultura no está hablando tan sólo de las civilizaciones amazónicas, sino a ese pasado oscuro y violento en el que se sumergen los orígenes de toda civilización humana. Esto queda muy bien expresado en la magistral overtura intitulada Bloody Roots.
En lo musical, esto se traduce de diversas maneras. La más notoria, quizá sea el haber grabado un track (“Itsári”) con la tribu Xavante, a la que pertenece el indígena que aparece en la portada. Sin embargo antes de llegar a los ancestros últimos, el disco pasa revista a la música popular brasileira en “Ratamahatta”, donde Max Cavalera ejecuta un dueto en portugués con el cantautor Carlinhos Brown, una fusión tan extraña como hipnotizante. Además de esto, en casi todos los tracks los sonidos de percusiones tribales acompañan a la magistral batería de Igor Cavalera. Las guitarras y el bajo están afinados varios tonos abajo, los riffs se tocan sincopados, ambas cosas unidas dan el efecto de una constante pulsación gutural.
Roots mira además hacia el futuro. Tras surgir de lo que en los ochentas se conoció como thrash metal, siguiendo de cerca a bandas como Metallica y Megadeth, Sepultura contribuyó a conformar lo que terminó por ser el death metal. Sin embargo en 1993, con el exitoso Chaos A.D, Sepultura abandona la carrera por el sonido más pesado para dedicarse a la búsqueda de un estilo propio, más fluído. Tres años después, Roots termina de fraguar ese sonido, al grado de que puede llamarse el primer disco de nu-metal (de hecho contribuye en uno de los tracks Jonathan Davis, de Korn, todavía muy lejos de la fama). Si Roots no suena tan innovador para oídos actuales –especialmente oídos jóvenes- es porque los cambios que propuso se asimilaron por completo. La cadencia en las vocales, en ocasiones coqueteando con el hip-hop, el efecto atascado de coro en la guitarra, y la brevedad y sencillez de las canciones de este album habrían de caracterizar el metal comercial durante más de una década.
Debo decir –en aras de una objetividad que hace rato ya se perdió- que tanto musicalmente como en la lírica existen momentos flojos; sin embargo hace tiempo que he dejado de buscar la perfección en la música y me dedico más bien a disfrutarla. Cuando se escucha un album como un todo –religiosamente, de principio a fin- lo que se busca es que fluya; eso aquí jamás es un problema.
Si dije que el concepto del disco era ambicioso es porque pretende una completa desmantelación de la cultura moderna. Desde el industrialismo rapaz que preda a la selva, lista para vengarse (“What goes around comes around!”) y por ende la economía mundial, las dictaduras, hasta pura agresión abstracta (con Davis en “Lookaway”). ¿Metaleros inconformes? Nada nuevo bajo el sol, sin embargo lo interesante de Roots es que la destrucción da lugar a un nuevo orden, que más propiamente es un orden anterior, un orden eterno, el de la selva que no perdona y que está volviendo por lo suyo.
El discurso político de Sepultura es tan inviable como cualquier anarquismo de la vieja guardia; sin embargo planteado como posibilidad estética es una delicia. Además, no sólo puede interpretarse literalmente, sino también como una denuncia moral a las perversiones del mundo contemporáneo, y en general a todo intento ingenuo de domesticar lo salvaje.