Saturday, November 03, 2007

Roots, una década después



Normalmente, cuando una banda de rock se lanza por primera vez a grabar un disco conceptual los resultados oscilan entre la inocencia y lo trivial. Si el adagio es verdadero y entre lo sublime y lo ridículo hay sólo un paso, queda claro que en el rock frecuentemente se da ese paso de más, baste recordar las óperas rock de Alan Parsons en torno a Freud, y Edgar Allan Poe.
Esta verdad cobra más fuerza cuando se trata de metal. Pocos rudos pueden volverse técnicos, y poquísimos pueden hacerlo y seguir siendo rudos. En el caso de Sepultura, Roots no es cualquier disco conceptual, sino que se trata de un proyecto particularmente ambicioso.
El hilo conductor del album, como bien deja adivinar el título, es el regreso a las raíces. Sin embargo estas raíces cobran una pluralidad de significados a lo largo del disco. Las raíces indígenas de Brasil, donde a diferencia de otros países latinoamericanos, sus habitantes originales permanecen en la selva como contraste y recuerdo constante de un pasado que nunca dejó de ser. Tampoco pasa desapercibido que la raíz sea –en última instancia- un término de origen vegetal; pues es esa selva del amazonas la que dio vida y sigue nutriendo a ese modo de vida primigenio; la naturaleza poderosa y siniestra como principio y final de la vida. Y por último, para que se vea que Roots está lejos de propagar un nacionalismo chabacano, podría decirse que Sepultura no está hablando tan sólo de las civilizaciones amazónicas, sino a ese pasado oscuro y violento en el que se sumergen los orígenes de toda civilización humana. Esto queda muy bien expresado en la magistral overtura intitulada Bloody Roots.
En lo musical, esto se traduce de diversas maneras. La más notoria, quizá sea el haber grabado un track (“Itsári”) con la tribu Xavante, a la que pertenece el indígena que aparece en la portada. Sin embargo antes de llegar a los ancestros últimos, el disco pasa revista a la música popular brasileira en “Ratamahatta”, donde Max Cavalera ejecuta un dueto en portugués con el cantautor Carlinhos Brown, una fusión tan extraña como hipnotizante. Además de esto, en casi todos los tracks los sonidos de percusiones tribales acompañan a la magistral batería de Igor Cavalera. Las guitarras y el bajo están afinados varios tonos abajo, los riffs se tocan sincopados, ambas cosas unidas dan el efecto de una constante pulsación gutural.
Roots mira además hacia el futuro. Tras surgir de lo que en los ochentas se conoció como thrash metal, siguiendo de cerca a bandas como Metallica y Megadeth, Sepultura contribuyó a conformar lo que terminó por ser el death metal. Sin embargo en 1993, con el exitoso Chaos A.D, Sepultura abandona la carrera por el sonido más pesado para dedicarse a la búsqueda de un estilo propio, más fluído. Tres años después, Roots termina de fraguar ese sonido, al grado de que puede llamarse el primer disco de nu-metal (de hecho contribuye en uno de los tracks Jonathan Davis, de Korn, todavía muy lejos de la fama). Si Roots no suena tan innovador para oídos actuales –especialmente oídos jóvenes- es porque los cambios que propuso se asimilaron por completo. La cadencia en las vocales, en ocasiones coqueteando con el hip-hop, el efecto atascado de coro en la guitarra, y la brevedad y sencillez de las canciones de este album habrían de caracterizar el metal comercial durante más de una década.
Debo decir –en aras de una objetividad que hace rato ya se perdió- que tanto musicalmente como en la lírica existen momentos flojos; sin embargo hace tiempo que he dejado de buscar la perfección en la música y me dedico más bien a disfrutarla. Cuando se escucha un album como un todo –religiosamente, de principio a fin- lo que se busca es que fluya; eso aquí jamás es un problema.
Si dije que el concepto del disco era ambicioso es porque pretende una completa desmantelación de la cultura moderna. Desde el industrialismo rapaz que preda a la selva, lista para vengarse (“What goes around comes around!”) y por ende la economía mundial, las dictaduras, hasta pura agresión abstracta (con Davis en “Lookaway”). ¿Metaleros inconformes? Nada nuevo bajo el sol, sin embargo lo interesante de Roots es que la destrucción da lugar a un nuevo orden, que más propiamente es un orden anterior, un orden eterno, el de la selva que no perdona y que está volviendo por lo suyo.
El discurso político de Sepultura es tan inviable como cualquier anarquismo de la vieja guardia; sin embargo planteado como posibilidad estética es una delicia. Además, no sólo puede interpretarse literalmente, sino también como una denuncia moral a las perversiones del mundo contemporáneo, y en general a todo intento ingenuo de domesticar lo salvaje.

4 Comments:

Blogger Ochoa said...

También habrán puesto de moda el capoeira?

12:18 PM  
Anonymous Anonymous said...

¿por qué saldrán haciendo capoeira?, deberían hacer ju-jitsu brasileño

6:37 PM  
Blogger Yo said...

¿EXCELENTE! asi de simple. No se puede describir de una manera mejor. poco queda para añadirle, La sepultura de los hermanos cavalera, esa grande y única sepultura me deja sin palabras y aunque deteste el hoy llamado Nu-metal, rescato profundamente las ideas que son vitales en la musica, esa denuncia, ese reencuentro con nuestros hermanos mayores, con nuestras lenguas, con nuestro pasado, con nuestra madre tierra que sangra me parece hermosamente bello.
Las historias de Roots son crudas, pero a la vez muy lindas. es el hombre que se creyo amo y señor del mundo, las hegemonias de la modernidad, el hombre que de un momento a otro domina todo lo que este a su alcanze, ese ser poderoso necesita, quien lo creyera, de la naturaleza!
Es renacer nuestra historia de violaciones, de dolor, no fuimos descubiert♠s, fuimos mutilad♠s, fuimos humillad♠s, fuimos y aun somos marginad♠s. VIOLACIÓN eso es lo que respiramos, cada aire, cada momento de nuestra vida gira en torno a la primera violación que le hicierón a nuestra tierra. Y más alla de latinoamerica, las culturas a lo largo y ancho del planeta frenadas y desaparecidas por las ansias de poder.

Que grande banda fue la sepultura de los cavalera. que buen sonido, que buen sabor dejan esos albumes viejitos.

Saludos!

1:06 PM  
Blogger Tormentas said...

gracias por el comentario, saludos!

8:51 PM  

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