Monday, May 22, 2006

Captain Comic




Durante mucho tiempo en las tiendas oficiales de Nintendo había solamente dos cartuchos relativamente baratos: Captain Comic y Bionic Commando ($99). El segundo lo llegué a jugar poco, pero sé de fuente confiable que no era malo. El otro sí lo llegué a tener, una de las cosas que lo distinguía era su color azul a diferencia del gris oscuro que -como saben- tenían casi todos los "casets" (entre las excepciones memorables está el color dorado de La Leyenda de Zelda).
Resulta que el juego no tuvo mucho éxito por ser un refrito del original programado para MS-DOS (si lo buscan lo pueden encontrar en emulador), quizá ello explique por qué la movilidad apestaba, y aunque las gráficas son considerablemente mejores que la primera versión no resultaban atractivas en comparación a la calidad media de los juegos de NES.
La banda sonora, debido a la consola, es de midi, sin embargo sólo hay música clásica. Mozart, Tchaikovsky, Strauss, cosas populares que hoy en día escuchamos como timbre en los teléfonos móviles. El muñequito flotaba y tardaba años en caer, no podía agacharse. Los enemigos eran toda clase de seres irracionales, figuras geométricas, petirrojos y gusanos, no caricaturizados sino representados en forma realista (precisamente por la pequeñez de los gusanos era difícil esquivarlos).
Otra cosa digna de recordarse es que había toda clase de artefactos, desde botas para saltar más alto hasta una varita mágica, o un sacacorchos que inexplicablemente hacía que Captain Comic pudiera disparar más rápido. También resultaba bizarro el modo como unos lugares se comunicaban con otros, cuando entrabas por la puerta de una cobacha en el bosque y salías a un puente marítimo, y de ahí a la luna o a un castillo.
Todo esto sumado con la frustración de partes prácticamente imposibles de pasar, o bugs que trababan el juego sin ninguna explicación.
Por eso escribí en una canción: "Yo le quiero preguntar a Captain Comic, si se quiso suicidar alguna vez". El pobre monito tan inocente, con sus ojos de punto y su casco de bola, con una misión incomprensible que está destinado a no cumplir y con su vida encomendada a un niño torpe que lo juega sólo porque costaba $99 pesos.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

y yo... ya lo sé todo. yo soy el capitán.

Me dieron ganas de grabarla.

10:24 AM  

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