Inventario hasta el día de hoy
Fumé decenas de miles de cigarrillos. Empecé a escribir muchas novelas y no terminé ninguna, sin embargo una llegó al segundo capítulo. Tuve sexo mil veces, pero nunca hice el amor. Broma. Desde que probé el whiskey me gustó, lo tomé solo, en las rocas, con ginger ale, con jugo de manzana, y con coca; y todo fue bueno. Comí muchos animales sin saber exactamente de qué manera los mataron, unas cuantas veces pesqué mi propia comida, no en un estanque verdadero sino en uno conectado a un criadero y cuidadosamente dosificado para fines deportivos. Fui a clases de futbol, como a 3, tiré hacia mi propia portería pero el doble error me salvó del oprobio. Tuve muchos perros, unos canarios tristes y ningún gato. A pie no recorrí más de 30 kilómetros, quizá no más de 10. Practiqué tres o cuatro religiones sin demasiado celo.
Últimamente pasé las noches enteras frente al ordenador. A veces buscando nada en específico, a veces encontrándolo. Frecuentemente, sin darme cuenta, pensando en otras cosas.
De niño me encantaba beber cualquier líquido frío, agua incluso. Beber, beber, beber hasta sentir el estómago helado y turgente, al grado de que podía escuchar el sonido del agua cuando caminaba.
Sentirme lleno y fresco.
Últimamente pasé las noches enteras frente al ordenador. A veces buscando nada en específico, a veces encontrándolo. Frecuentemente, sin darme cuenta, pensando en otras cosas.
De niño me encantaba beber cualquier líquido frío, agua incluso. Beber, beber, beber hasta sentir el estómago helado y turgente, al grado de que podía escuchar el sonido del agua cuando caminaba.
Sentirme lleno y fresco.
8 Comments:
Ay! querido ... y lo que te falta.
Suerte en el camino.
Una probadita de tus memorias que serán publicadas en varios varios años...
Pues, saldo positivo, ¿no?
saldo positivo pero como que las cuentas no cuadran
luego vi los desprendimientos
ví la demolición
ví sentencias de linchamientos
y no quise ser yo...
para presenciar el esplendor
la visión final de la caída
cerca de ti...
(josé Manuel Aguilera, la barranca)
la sensación del agua en el estómago es genial, es cómo las gelatinas (si apelar a la frase de que a veces cuaja), cuando le das una cucharada a veces cabe dudar si la cuchara toma a la gelatina o la gelatina se abraza de la cuchara. Lleno de agua yo a veces pierdo noción de si el agua me abraza el estómago o si simplemente mi estómagio la contiene chacualeante....
me recuerda un capítulo de rayuela pero no sé exactamente cual uno sobre que el estómago es un saco lleno de fideos
y que eso prueba que los humanos no somos únicos y especiales
definitivamente: la felicidad tiene que ver con el estómago;(fijación oral?):
Yo, de niño, comía el azucar robada de la cocina, para el tédio de las noches, como Felicidad, la sirvientita de madame bovary.
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home