Coparmex y la mentira marxista

¿No les hace un poco de ruido que exista un sindicato de empresarios? Sí, es decir, es otro tipo de sindicato, para presionar al gobierno y así, para tener leyes de primer mundo y que haya más empresas y que a los trabajadores les vaya mejor...
Pero ya en serio. ¿No los escandaliza el concepto? "¡Capitalistas, unidos jamás serán vencidos!". Bien, antes que nada, les pido que por justicia reconsideremos un poco las cosas.

Quizá unas gotas de sabiduría budista sirvan para aclarar nuestras mentes confundidas:

¿Por qué sufren las personas? No es porque sean pobres. La mayoría de las personas sufre precisamente porque tienen dinero.

¿Sabían que aproximadamente dos terceras partes de los beneficios económicos se pagan a la fuerza laboral y tan sólo una tercera parte al capital? ¿Sabían que cuando hay ganancias los trabajadores reciben reparto de utilidades pero no tienen que desembolsar un centavo cuando hay pérdidas? No parece, pues, absurdo que exista un sindicato de empresarios.

Sólo falta ahora que la literatura y el imaginario se ajusten a la realidad. El nuevo Germinal podría ser una novela de denuncia que mostrara cómo los inversionistas sufren de almorranas por pasar 12 horas sentados en sus sillas de piel, cómo incluso sábados y domingos continúan trabajando sin descanso para mantener sus buenas relaciones con políticos influyentes (pagándoles las comidas por supuesto); no se diga de los que juegan tenis y sus rodillas luxadas.
Oliver Twist en lugar de raterillo podría ser un joven brocker, viviendo siempre temeroso de perder su condominio junto al mar y por extensión a sus numerosas amantes.
El pequeño Timmy en vez de una cojera podría tener una adicción a la cocaína, entonces a los trabajadores de la compañía de su padre se les aparecerían los fantasmas de las 3 navidades para convencerlos de no pedir aguinaldo.